jueves, 18 de abril de 2013

Se realizó la V conferencia regional de la UMOFC

Trata de personas




La Union Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) llevó a cabo en  la Ciudad de Méjico, la quinta conferencia regional para América Latina y el Caribe. El debate y las jornadas de reflexión se desarrollaron entre el 8 y el 12 del corriente mes y tuvo como temática “la trata de personas”. De la misma participó Nora Nani, integrante de la Comisión Nacional de la Liga de Madres.
Las instituciones y organizaciones argentinas que formaron parte de estos cinco días de intenso debate fueron: La Acción Católica Argentina, con representación de Elsa Muzio, María Luisa Tripodoro y Susana Hachard; la Asociación Argentina de Cultura, con Andrea Ezcurra y Lía Zervino; la Liga de Madres de Familia, a través de la presencia de Nora Nani; y Misiones Rurales Argentinas, con Diana Livingston, Beatriz Estévez y el padre Gabriel Agostinelli.
La UMOFC, organización que integrada por más de 100 instituciones femeninas y activa en 66 países, planteó en esta nueva disertación, una problemática que el mismo Papa Francisco la describe como “la esclavitud más extendida del siglo XXI”, y que resulta difícil su extirpación de la sociedad ya que son varias las aristas a analizar y muchos los intereses que se ponen en juego dentro de este gran negocio que pone la vida como mercancía.
A partir de la premisa: “La trata de personas es un fenómeno creciente, invisibilizado, silenciado. En Latinoamérica, hay modalidades comunes entre los países y, a la vez, diferencias sustanciales, las 13 entidad que participaron de la V jornada y los 150 inscriptos que fueron parte de la misma, llegaron a diversas conclusiones, todas ellas apuntando al “desafío de transformar en acción el silencio y la omisión frente a la Trata y el abuso de los más vulnerables”.
Desde la declaración final de dicha asamblea, firmada por la presidente de la UMOFC, María Giovanna Ruggieri, y por la Vicepresidenta Regional, Mónica Santamarina de Robles, se manifiesta: “Entendemos que la Trata, está en continua y dinámica expansión. Abarca: explotación sexual, laboral, tráfico de órganos, reclutamiento de menores con fines delictivos, servidumbre ligada a migraciones, pornografía infantil y formas análogas de esclavitud. Existen 20.9 millones víctimas de explotación laboral y sexual forzada, a nivel mundial, según estimación de la OIT, de 2012”
Las conclusiones y compromisos surgidos de las intensas jornadas son los siguientes:
-                          Profundizar la toma de conciencia del gravísimo problema de la Trata de seres humanos y el compromiso en la formación de hombres y mujeres, a partir de las familias y comunidades eclesiales, los centros educativos y de promoción humana, en valores evangélicos basados en la dignidad de cada persona que favorezcan la superación de visiones y creencias arcaicas de la vida que justifican el abuso de otro ser humano.
-                          Sensibilizar a la opinión pública promoviendo la acción de los profesionales en los medios de comunicación y las vinculaciones a través de las redes sociales, para exigir, como Iglesia y sociedad civil, un trabajo conjunto con el sector gubernamental, a fin de implementar políticas de estado que contrarresten los avances del fenómeno de la Trata en todas sus manifestaciones.
-                          Involucrar a nuestras comunidades eclesiales y de otros credos, en la transformación del silencio y la omisión en acción profética y cálida atención a las víctimas. (…)
-                          Estimular el trabajo en red con diversas organizaciones a nivel local, regional y mundial para el intercambio de buenas prácticas y un quehacer colaborativo orientado a la prevención, al rescate y recuperación de las personas afectadas.(…)

En nuestro país también hay mucho trabajo por hacer ya el 77% de las víctimas de trata de personas son mujeres captadas por red prostitución, y se advirtió que hay “duras realidades” de explotación laboral de los migrantes de países vecinos, especialmente, en talleres textiles clandestinos de Buenos Aires. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

La muerte dulce y la bioética


En nuestro país son tema de opinión pública muchas cuestiones relacionadas a la vida y la dignidad humana. Uno de ellos es la eutanasia o, como su etimología lo indica, la buena muerte.

La medicalización de la muerte está en el ojo de la tormenta ya que la primera pregunta que surge es: ¿Está bien quitarse la vida o pedir a otro que lo haga en caso de estado de gravedad? Podemos dar muchas respuestas al respecto desde distintos puntos: morales, religiosos, sociales, etc. Sin embargo, quien no queda ajena a la problemática es la medicina. Los avances tecnológicos hacen que la esperanza de vida del ser humano sea cada vez mayor pero, a la vez, debe aplicrase en ocasiones de vida o muerte. Pero cuando es la muerte la que se busca a través de la medicina, la cuestión se torna más compleja y las decisiones éticas también entran en crisis.

De estas cuestiones se encarga donde la biología entra en diálogos con la ética, es donde interviene la bioética, “una reflexión sistemática, cuestionadora y crítica sobre los problemas morales que surgen en el campo de la ciencia biológica y la medicina”. Las cuestiones de las que se ocupa la bioética son diversas, desde las planteadas por la crisis ecológica hasta la investigación con animales, pasando por decisiones sobre muerte, asistencia de la fertilidad, investigaciones farmacológicas y relación médico paciente.

El Estado como poder se adueña del individuo y lo diseña a su necesidad. Digita cómo y cuándo nace y como muere, se apropia del diseño genético y definitivamente avanza sobre la bioética ya que dispone de leyes generales para soluciones que deberían ser individuales. (…) Entonces este Estado-Soberano decide ya no quien puede vivir y quien debe morir, sino que nos empuja a elegir quien debe vivir y quien puede morir”, sostiene el doctor Pablo Vadori, Consejero por Pilar de la comisión de Bioética del Distrito V de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires.

La muerte digna roza varios límites: el legal, la práctica médica, la ética y la filosofía. Y entre estas aristas debemos resolver la despenalización de la muerte dulce que cada vez más personas optan para darle a su existencia un final feliz, contrario al modo de vida que llevan. En países como Holanda o Bélgica, la sociedad, la ciudadanía y los profesionales, así lo han asumido. El suicidio médicamente asistido está también regulado en el Estado norteamericano de Oregón, donde la eutanasia sigue siendo delito. Un caso particular es el de Suiza, donde la eutanasia está penalizada, pero en cambio puede realizarse tanto suicidio médicamente asistido como auxilio al suicidio, es decir, que no siempre y necesariamente tiene que realizarse en un contexto médico.

“Cuándo un paciente manifiesta el deseo de no seguir viviendo, lo que nos está diciendo en realidad es que ya no quiere vivir como lo está haciendo. La pregunta que debemos hacernos es si estamos en condiciones de mejorar su condición, sea a través de tratamientos curativos o de medicina paliativa. Si no podemos ¿Cuál es el camino a recorrer?”, reflexiona Vadori.

Los médicos también están en un dilema ético y profesional y, tal como agrega el Dr. Vadori, “supongamos en un acto de imaginación superlativa que se sancionara la ley que hoy parecería tener consenso y un médico “desenchufara” a un paciente con estas características, ¿Cuánto tardarían las entidades confesionales ultraconservadoras en denunciarlo por asesinato?”

Hay que tener en cuenta en todos los casos de pedido de una muerte dulce, digna y deseada por el paciente. Primero, si se dañaría a alguien más que la persona que solicita el homicidio médico, si es equitativo para la distribución del gasto en salud pública utilizar mil cuatrocientos pesos diarios en mantener una ficción de vida, y el respeto a la autonomía de la persona, o los padres o tutores, persistiendo en la obstinamiento terapéutico, que en el punto en que nos hallamos ya se trasformó en encarnizamiento terapéutico.

En nuestro país no hay legislación sobre la eutanasia, sin embargo, en el Senado hay tres proyectos presentados pero ninguno fue tratado. El debate está pendiente y las posturas están divididas. Mientras tanto, hay cientos de casos que esperan ser resueltos y familias sentadas en las salas de hospitales esperando la evolución o el final de sus seres queridos.

martes, 27 de septiembre de 2011

“COMO SI MIRASE A TRAVES DE UN CRISTAL CUBIERTO DE POLVO”



Año 1962 en Hong Kong. Dos personas se encuentran, personas que serán amantes, pero amantes secretas en callecitas solitarias. Casi ni se hablan, el respeto impera, y el amor también. Eso es, a simple vista, “Con ánimo de amar”, film del director chino Won Kar-Wai.

Así como los personajes comulgan un silencioso acercamiento, Kar-Wai comulga con los espectadores ofreciendo una impoluta película que cuenta la historia de Chow Mo-Wan (Tony Leung) y Sue Li-zhen (Maggie Cheung). La vida los junta a partir de que ambos se mudan al mismo edificio, con sus respectivas parejas, una habitación al lado de la otra. Pero a medida que avanza la acción, estos personajes quedaran solos por circunstancias secundarias y entablarán una relación casta hasta que el amor se deje ver con mayor pasión. Pero, al descubrir el engaño de sus parejas, este sentimiento reprimido saldrá a la luz.

Cada uno de los fotogramas que componen el largometraje está cuidado al más alto nivel. La fotografía, los colores, el vestuario y las actuaciones presentan una armonía tal que bailan al ritmo de la música. Los personajes presentan una mirada tímida, hablan encogidamente. La vista siempre hacia el suelo, él camina con sus manos en los bolsillos, mantienen una distancia prudencial. Sin embargo, estos gestos cambiarán a partir del punto de inflexión del guión, descubrir el engaño de sus esposos y la tristeza que expresarán a partir de allí.

La fotografía es otro ejemplo de excelencia de la realización del film. Los interiores se muestran más iluminados que los exteriores donde hay luces puntuales de los faroles de la calle, dando la sensación de poder espiar en ese sector iluminado, lo que sucede con los personajes. Las decisiones en la utilización de la cámara también dejan sus huellas. En gran cantidad de planos vemos objetos fuera de foco, interponiéndose entre Chow y Sue, simbolizando eso que ellos no dejan aflorar porque hay algo que se los prohíbe: sus matrimonios.

Con respecto a los colores utilizados, el rojo es el que predomina, sobre todo, en la ropa que utiliza Li-zen. Tapados, qipaos (vestidos típicos chinos). Los ambientes también presentan este color en la decoración y cortinas.

Otra particularidad del film es la utilización de la música como leiv-motiv acompañado por el recurso de la cámara lenta. Cuando se da la proximidad física de los personajes, podemos ver a baja velocidad sus movimientos, planos detalles de las manos y gestos. En cuanto al sonido, es diegético, se escuchan los grillos, ruidos de insectos y sonido ambiente. Cada segundo de película muestra el romanticismo de los personajes y esto tiene su soporte en todas las áreas de su puesta en escena y en la actuación.

“Con ánimo de amar” resulta un film cuidado y estéticamente hermoso. Recomendable para acercarse al cine oriental sin que se aproxime el estilo Hollywoodense y donde se deja ver un Won Kar-Wei compenetrado en su guión y comprometido con su arte. Para alejarnos del prejuicio que ver cine de culturas tan diferentes puede ser aburrido y hasta incomprensible. Si nos dejamos llevar por los hilos que mueve el director y la espiritualidad de los personajes, encontraremos una película que querremos volver a ver.

jueves, 11 de agosto de 2011

El aborto es tema de todos


En estos días, se dio a conocer el caso de una niña de Misiones que fue violada y embarazada por su tío de 53 años, por el cual la familia pidió el aborto. Un caso más de violación que se pretende resolver con la interrupción de la gestación del niño producto de este delito.

La chica de 14 años ya había sufrido abusos de parte del hermano de su madre, al igual que su hermana que también fue víctima de este abusador que hoy está detenido. El embarazo de la adolescente resulta ser el final predecible de un conflicto social que ya había sido denunciado. Quizás sea este la punta del ovillo. La denuncia ante las autoridades no es una medida eficaz frente a estos casos de abuso sexual pero el aborto tampoco parece ser la respuesta adecuada.

Y en estos casos es donde la justicia interviene ya que el aborto no está legalizado en nuestro país, excepto en los casos que indica el Código Penal: “cuando el aborto se practica para evitar un peligro para la vida o la salud de la mujer o si el embarazo proviene de una violación de “una mujer idiota o demente” (artículo 86, incisos 1º y 2º). En este caso en particular, la Justicia de Misiones, evitó pronunciarse sobre el pedido de aborto de la adolescente. Pero, ¿cuál es la postura de los médicos que deben llevar a cabo la intervención quirúrgica para producir el aborto? Los médicos del Hospital Escuela “Doctor Ramón Madariaga” esperaron la orden concreta de la Justicia para interrumpir el embarazo, sin embargo, La jueza de Familia Marta Julia Alegre sostuvo en su fallo que la Justicia no debía expedirse sobre el tema por no existir una negativa del sistema de salud a realizar el aborto debido a que se está frente a un caso de violación, por lo tanto, la acción no es punible.

A medida que la justicia y el sistema de salud tiran y aflojan en la decisión, la adolescente ya lleva 11 semanas gestando el bebé en su vientre, motivo por el cual, la familia dio marcha atrás al pedido. “Con mi familia decidimos seguir adelante y mi hija mayor, que también está embarazada, dijo que ella va a hacerse cargo de criar al bebé”, declaró Carmen, la madre de la adolescente, al diario Clarín. También agregó que parte de la responsabilidad es suya porque ella permitió que su hermano se instalara en su casa y allí fue que comenzó a violar a sus hijas.

Y aquí podemos detenernos a pensar en esa palabra tan importante: responsabilidad. Todos somos responsables de esta situación. Una niña violada que llora por tener “al hijo de su tío en su panza”, una madre que se siente culpable, médicos que se ven entre la moral y su rol como profesionales y un pedido de aborto para evitar que nazca esa criatura que, de todos los protagonistas de esta gran escena, es la única que no es responsable ni culpable de nada. La decisión fue revocada, el aborto no se llevó a cabo. Por lo tanto, podemos concluir que evitar un nacimiento no es solución para un complejo problema que tuvo un final infeliz. Pero si vemos la mitad del vaso lleno, ahora ese niño que nacerá en seis meses y que podría haber resultado muerto, tendrá una tía que lo va a amamantar, una familia que lo cuide y una madre, que a pesar de no desearlo, seguramente lo amará porque lo llevó en su vientre y el milagro de la vida se revelará en ella.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Trata de personas: cada vez más víctimas


La esclavitud del siglo XXI

Como si se las hubiese tragado la tierra, desaparecen de un día para el otro y nadie sabe nada. Eso es la trata de blancas. Mujeres a las cuales les arrancan su propia vida y las hacen padecer un infierno infinito.

En nuestro país, en los últimos 18 meses, 600 mujeres fueron víctimas de secuestros por parte de redes de tratas de personas. Naciones como Estados Unidos, ya han puesto la mirada en estas cifras. Un estudio realizado por el

Departamento de Estado norteamericano, revela que nuestro país se consolida como una región de origen, tránsito y destino para mujeres, niños y hombres que padecen el drama de la explotación, con bajos niveles de condenas y la ausencia de un plan nacional que enfrente el hostigamiento.

En el norte de nuestro país se han realizado investigaciones por parte de departamentos judiciales y el resultado que arrojó fue que, en su mayoría, las mujeres víctimas de trata son de nacionalidad boliviana. Luego siguen las argentinas y aquellas que son traídas de Paraguay. Además, se han identificado jóvenes de República Dominicana, Perú y Colombia. En cuanto al motivo por el cual son secuestradas, existe un amplio predominio de investigaciones por casos con finalidad de explotación sexual (64%) y, luego, un muy escaso porcentaje de casos con finalidad de explotación laboral en el rubro rural (5%).


Según la UFASE ( Unidad Fiscal Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas), la trata de personas es definida como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.

Esta definición deja en claro que la trata de personas no siempre es referida a la explotación sexual o con fines de prostitución, sino que puede tener diferentes objetivos, en todos los casos, se utiliza la violencia y la privación de la libertad. La abogada María Florencia Núñez Palacios hace referencia a esto de la siguiente manera: “Cualquier reducción a la servidumbre, cualquier engaño a fraude llevándote de mucama a un lugar y después te encierran, por ejemplo, y no diste tu consentimiento para esa tarea, eso ya es delito de trata, incluso el sólo de transportar a la persona de un lugar a otro sin su conformidad”.

Tanto la Organización de las Naciones Unidas como la Organización Internacional para las Migraciones consideraron la trata de personas un delito transnacional que, en la actualidad, supera en todo el mundo al tráfico de armas en cuanto al volumen de dinero que maneja, y que quedó un escalón por debajo del narcotráfico. “Este delito trasciende a otros países ya que muchas de las victimas vienen de otras regiones y están indocumentadas, algunas tienen documentos falsos que acreditan mayoría de edad y es muy difícil poder concretar denuncias. Es una red internacional lo que se está llevando a cabo”, agrega Núñez Palacios.

La Ley 26.364 de “Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas”, sancionada el 9 de abril de 2008, prevé que las penas para este tipo de contravenciones será de cuatro a diez años de prisión en los casos de victimas mayores de edad, y de seis a quince años de prisión cuando la víctima fuere menor de 13 años. Po otro lado, la Ley aclara que “Las víctimas de la trata de personas no son punibles por la comisión de cualquier delito que sea el resultado directo de haber sido objeto de trata. Tampoco les serán aplicables las sanciones o impedimentos establecidos en la legislación migratoria cuando las infracciones sean consecuencia de la actividad desplegada durante la comisión del ilícito que las damnificara”.

Otro de los puntos importantes mencionados es la intervención de la justicia y de la policía. Siempre y cuando las fuerzas no estén vinculadas activamente a los casos de secuestros, estos delitos se podrán condenar. Es común escuchar testimonio de victimas que han sido rescatadas de prostíbulos en los cuales mencionan que agentes de la policía realizan negocios con estas organizaciones extorsivos. Es por ello que, en ciertas comisarías de dudosa transparencia, las denuncias no se toman como corresponden. Así nunca se podrá desenrollar este ovillo de atrocidades.

“Es muy difícil detectar los casos de trata porque hay muchos países involucrados. Primero hay que identificar a las personas en cuanto a su mayoría de edad. Si es mayor de 18 años y brindó su consentimiento estamos hablando de prostitución y tiene que ver con la Ley de Profilaxis. En el caso que sea menor de edad, no importa si brindó consentimiento, se entiende que con todos los menores es delito de trata. A partir de esto se descubre que muchas veces hay autoridades involucradas y, a partir de las denuncias que se realicen, hay que investigar si dio su aprobación y de dónde viene esa víctima", explica la abogada.

Hay que tomar conciencia que estamos frente a un delito grave en el cual deben intervenir las organizaciones mundiales y se necesita de la interacción de las políticas de los países afectados. En Sudamérica los resultados de estos delitos son tan alarmantes como la cantidad de víctimas.

Con políticas migratorias más rigurosas, fronteras más controladas, un seguimiento comprometido de las autoridades y con la ayuda de todos los ciudadanos, este panorama puede cambiar. El cuadro es lamentable pero si nos animamos a denunciar el paisaje sería distinto. El compromiso debe llevarse a cabo por todas y cada una de las personas que en este momento están encerradas en cuartos de prostíbulos o encerrados en talleres clandestinos sin salida alguna y sin esperanzas de una realidad mejor.