Trata de personas
Las instituciones y organizaciones argentinas que
formaron parte de estos cinco días de intenso debate fueron: La Acción Católica  Argentina, con representación de Elsa Muzio, María Luisa
Tripodoro y Susana Hachard; la Asociación Argentina  de Cultura, con Andrea
Ezcurra y Lía Zervino; la Liga 
de Madres de Familia, a través de la presencia de Nora Nani; y Misiones Rurales
Argentinas, con Diana Livingston, Beatriz Estévez y el padre Gabriel
Agostinelli.
A partir de la premisa: “La trata de personas es un fenómeno creciente,
invisibilizado, silenciado. En Latinoamérica, hay modalidades comunes entre los
países y, a la vez, diferencias sustanciales”, las 13 entidad que participaron de la V  jornada y los 150 inscriptos
que fueron parte de la misma, llegaron a diversas conclusiones, todas ellas
apuntando al “desafío de transformar en acción el silencio y la omisión frente a la Trata  y el abuso de los más
vulnerables”.
 Desde la declaración final de dicha asamblea, firmada
por la presidente de
Desde la declaración final de dicha asamblea, firmada
por la presidente de 
Las conclusiones y compromisos surgidos de las
intensas jornadas son los siguientes: 
-                         
Profundizar la
toma de conciencia del gravísimo problema de la Trata  de seres humanos y el
compromiso en la formación de hombres y mujeres, a partir de las familias y
comunidades eclesiales, los centros educativos y de promoción humana, en
valores evangélicos basados en la dignidad de cada persona que favorezcan la
superación de visiones y creencias arcaicas de la vida que justifican el abuso
de otro ser humano.
-                         
Sensibilizar a
la opinión pública promoviendo la acción de los profesionales en los medios de
comunicación y las vinculaciones a través de las redes sociales, para exigir,
como Iglesia y sociedad civil, un trabajo conjunto con el sector gubernamental,
a fin de implementar políticas de estado que contrarresten los avances del
fenómeno de la Trata 
en todas sus manifestaciones.
-                         
Involucrar a
nuestras comunidades eclesiales y de otros credos, en la transformación del
silencio y la omisión en acción profética y cálida atención a las víctimas. (…)
-                         
Estimular el
trabajo en red con diversas organizaciones a nivel local, regional y mundial
para el intercambio de buenas prácticas y un quehacer colaborativo orientado a
la prevención, al rescate y recuperación de las personas afectadas.(…)
En nuestro país también hay mucho trabajo por hacer
ya el 77% de las víctimas de trata
de personas son mujeres captadas por red prostitución, y se advirtió que hay
“duras realidades” de explotación laboral de los migrantes de países vecinos,
especialmente, en talleres textiles clandestinos de Buenos Aires. 
 

 
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